De príncipes y bragas
Hemos crecido en la esperanza de que llegará un príncipe azul en su blanco corcel, nos besará con dulzura y nos hará felices para siempre, con sus perdices y todos sus extras.
Qué quieres que te diga, hay días en que prefiero a un tunelador que me arranque las bragas a bocaos.
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