Me dan pena

    En un arrebato totalmente impropio por mi parte, y que todavía estoy en proceso de análisis, de mi cabeza ha salido la frase «No llevo bien que me odien».

    Siempre he dicho que me gustaría que, el día de mañana, alguien me recordara con una sonrisa, no con ira ni decepción.

    Ya sabes, eso que siempre se dice de los muertos, «qué bueno era», pero que lo pensara de verdad al menos un par de personas.

    También he dicho siempre que no odio a nadie.

    En primer lugar, porque no me sale.

    En segundo, y creo que más importante, porque no me compensa, no me merece la pena el esfuerzo que requiere recordar quién me ha hecho qué, lo mal que me hizo sentir y desearle lo peor.

    Llámame ilusa si quieres, pero prefiero recordar las cosas buenas, me satisface más y eso sí que me sale solo, no me consume energía ninguna.

    Me dan lástima las personas que dedican su vida a amargar las de los demás, sospecho que la suya es lo bastante lamentable como para no ver nada positivo en nadie.
 
    Volviendo al inicio de mi reflexión, ¿de verdad no llevo bien que me odien? 
 
    En realidad, creo que me da un poco igual, allá cada cual con cómo emplea su ánimo, pero sí que me dan pena.
 
 

Comentarios

Vuestros favoritos