Carta de amor

 

Imagen del periódico La Vanguardia
 Querido Lomo Gris:

    Agradezco que me brindes la oportunidad de compartir contigo mis cuitas, esta situación que constriñe mi interior, esta soledad que arrebata el sentido a todo lo que soy.

Estantería repleta de libros muy bien ordenados
Imagen de Paul Melki vía Unsplash

     Necesito contarle a alguien (y a quién mejor que ti, querido amigo) que hace días que no se acerca a mí. La veo pasear su mirada por la estantería nueva que está rellenando con libros clásicos escogidos. Los domingos llega cargada con su nueva remesa, y para que encajen los elegidos, ordena y reordena los estantes probando diferentes combinaciones: ora por colores, ora por autores… y así pasa la tarde entretenida. Y sin siquiera mirarme.

    Los martes, el día que desde hace ya ni recuerdo cuánto dedica a la limpieza, puede pasarse horas acariciando esas cubiertas, las lustra con un paño especial que las deja brillantes. Un paño que, dicho sea de paso, no había visto hasta hace aproximadamente un mes. Intuyo que lo adquirió para dedicar más tiempo a esos libros nuevos que con tanto mimo atiende.

      Parece que su vida es la misma. La misma… pero sin mí.

  Añoro aquel tiempo en que me miraba, ¡y cómo me miraba! Sus ojos devorándome, embelesados en mí, y yo en ella.

    Extraño el tacto de sus manos sobre mí, pero qué te voy a contar que no sepas, viejo compañero, si tú ya pasaste por esto.

      Un libro no es nada sin nadie que lo lea.

 

Firmado,

Tu vecino de Lomo Verde


@Trying_Mom


Comentarios

Vuestros favoritos